Sara Tabares explica en Cadena SER, junto al fisioterapeuta y osteópata César Gimilio, como pueden estas disciplinas ayudar a la ginecología
La osteopatía ha avanzado en el campo ginecológico en gran medida. «Actúa tanto en el embarazo como en el parto y en el postparto. También en patologías como la incontinencia urinaria, dismenorreas, prolapsos y disfunciones sexuales. Cualquier cambio en la movilidad del aparato visceral conduce hacia un trastorno funcional que a su vez da lugar a un cuadro patológico. Aquí la fisioterapia y la osteopatía ayudan a devolver la movilidad tanto estructural como vascular para prevenir o tratar la patología», afirma César Gimilio, fisioterapeuta y osteópata.
Cuando hablamos de todos estos momentos (embarazo,parto, postparto) y también de la incontinencia urinaria tenemos que hacer referencia al suelo pélvico, un conjunto de músculos y ligamentos que cierran la cavidad abdominal en su parte inferior. Su función es sostener los órganos pélvicos (vejiga y uretra, útero y vagina; y recto) en la posición adecuada, porque de ello depende su correcto y eficiente funcionamiento. «La fisioterapia pélvica se centra en la prevención y tratamiento de todos los trastornos funcionales de la región abdominal, perineal y lumbar para tratar problemas como dolores lumbares derivados de los ciclos menstruales o en la endometriosis. En estos casos, la fisioterapia está considerada como un tratamiento de primera elección, ya que es no invasivo y puede combinarse con otros tratamientos porque no tiene efectos secundarios», señala Gimilio.